Proyecto

Amigos y compañeros queremos presentarles un proyecto surgido de la ilusión, de la esperanza y de la necesidad.

Pero antes de nada me presentaré, mi nombre es Fernando, soy profesor asociado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. Este es mi primer año en esta Facultad, un día de octubre, de un octubre bastante atípico por el calorcito que todavía hacía, tras acabar la clase algunos alumnos me propusieron ir al bar de la Facultad para tomar algo, puesto que no había venido el profesor de la siguiente clase.

Hablando con ellos, viendo sus caras de “compromiso” les veía como pequeños diamantes en bruto, pero algo les fallaba en la mirada, tenían “resignación”.

La dificultad de encontrar un trabajo, del cambio en definitiva, sus ojos me lo decían todo… intenté entonces acordarme de qué tipos de ojos tienen ese brillo en la mirada, ese brillo de “esperanza” que mueve cielo y tierra, automáticamente me llegaron a mi mente muchos ojos de esas personas con ese brillo, personas que compartían una misma experiencia (el voluntariado internacional).

Mientras que ellos me contaban sus casos personales, mi mente por otro lado no dejaba de urgir un plan, hasta que el pensamiento se hice verbo, y casi sin saber por qué, les dije: “nos tenemos que ir a la India”.

No sabría explicaros porque de ese destino, fue una de esas conexiones mentales tan rápidas de las que apenas eres consciente de su proceso. Luego macerando la idea, pensé que la India es uno de los países que vive hacia adentro, un país espiritual, en el que la gran mayoría de su población vive en la pobreza extrema, no tiene nada material, pero es feliz…

¡¡Esa era la clave!! En un momento de la sociedad donde la economía se tambalea, los Educadores Sociales, deben de cultivar esa filosofía del cambio, debemos de aprender una forma de vida donde nosotros seamos los protagonistas y que no nos manejen.

Pero para que ellos puedan tener esa chispa de vida en los ojos, esa “llama viva” que llamaba Vicente Ferrer, deben de compartir y vivir con ellos, contagiarse de eso.. para luego poderlo transmitir a todas las personas con las que trabajen.

Había trabajado en un proyecto de Aprendizaje por Apoyo y Servicio (APS en adelante), hacía justo un año, para la Facultad de Ingeniería de Minas de la universidad Politécnica de Madrid y la Fundación Tomillo, con excelentes resultados, un grupo de alumnos de un PCPI de Caravanchel, en riesgo de exclusión social, tenían que hacer una práctica conjunta con alumnos de 4º de Facultad de Ingeniería de Minas, de cara a hacer revisiones de instalaciones en edificios públicos, y casas de la zona de forma voluntaria y elaborar un informe tanto de riesgos, como de mejoras y posibilidades de ahorro energético (subvencionado por la Unión Fenosa).

Si ese proyecto había salido adelante.. ¿por qué este no podría? Así que teniendo clara la estructura me planteé por donde tendría que empezar. Esta claro, todo lo que leía del APS citaba lo mismo, la fuente de origen donde se va a hacer la labor, e incluso recomendaban hacer un proyecto similar a algo que ya se hubiera hecho.

De ahí que empezara a buscar las Fundaciones y ONGs españolas que trabajan en la India, y todo el rato me tropezaba con la Fundación Vicente Ferrer. Llamé a su sede de Andalucía que está en Sevilla, hablé con Charo y Belén, puesto que el responsable, Rafaél Carmona, estaba siempre de viaje y era muy difícil localizarle.

No os podéis hacer una idea de los difícil que es vender una idea abstracta, primero intenté darle forma como propuesta de taller para el reciclado de basura y convertirla en juguetes. Pero claro, la realidad es totalmente distinta, allí apenas hay basura utilizable para ello.

Cuando conseguí hablar con Rafael Carmona (Rafa en adelante), me sentí más tranquilo, era una persona muy abierta y asequible, me brindó confianza y le dije “queremos ayudar pero no se cómo”.

Me puso en contacto con Mario Cobos (en adelante Mario)el delegado de la Fundación de Málaga, Ceuta y Melilla. Recuerdo que le conocí en una exposición de fotografías en el Hotel Molina Larios. Si os dije que con Rafa me había sentido bien, al ver a Mario sentía que éramos amigos de toda la vida, tenía esa mirada que os hablaba, ese espíritu de lucha pero a la vez contrastaba por una transmisión de paz infinita que te hace ver las cosas de distinta perspectiva.


En esa misma reunión, en un pequeño brain-storming, citándole al azar varias posibilidades de trabajo, vio viable trabajar con la tercera edad, y confieso que me terminó de apasionar cuando me dijo “a mi me dijo Vicente Ferrer que una de las cosas que tenía que hacer era ocuparse de aquellas personas”, pudiera ser uno de sus últimos sueños, y esta claro que Vicente ha sido un visionario con la capacidad de HACER POSIBLE LO IMPOSIBLE.

Si esa gente estaba desatendida, y necesitaban de cuidados, se nos ocurrió la construcción de un centro geriátrico, para lo cual se necesitaba de una investigación sobre un censo de personas que cubrirían el servicio, sus características y necesidades. (ya tenía trabajo de campo para los alumnos, y materia de investigación para la Universidad).

Para darle forma al proyecto, vinieron tanto Rafa como Mario varias veces a la Facultad, a mi me daba terror hacer un proyecto sin conocer la realidad y constantemente les pedía datos de todo. Si bien es una orientación, y casi en el primer viaje va a ser una toma de contacto con la realidad, preparar terreno y si resulta viable empezar con la investigación.

Las cosas después fueron algo rodadas, puesto que a medida que el alumnado empezó a ver como iba cobrando fuerza el proyectos e motivó, tanto que al principio me asustaba, puesto que no sabía si podía hacer frente a un grupo inicial tan numero, puesto que en principio éramos 25 personas, y la Fundación me decía que no podía dar cobertura a tanta gente, pero.. ¿cómo decirles que no? Al final fue un proceso de selección natural, el dinero, el tiempo, etc.. lo que redujo el grupo hasta la cifra actual de 17 personas.

Curiosamente, dentro de esas personas que se implicaron tanto por el proyecto se encuentra Cristina, que se encontraba apasionada por el mismo, y que me presentó a su novio, Pol, que juega como tercer portero del primer equipo del Málaga Club de Futbol, una persona encantadora, comprometida y que sabía transmitir el mensaje del proyecto con la misma pasión con la que se lo habíamos contado, puesto que tuvimos una reunión en la Facultad con Rafa, Mario, Pol y yo. Todos llenos de buenas intenciones y deseando colaborar, pero como siempre hay gente por arriba de la que dependíamos todos y tendríamos que seguir vendiendo el proyecto.


Pol se comprometió a hablar con la Fundación Málaga Club de Futbol, y Rafa y Mario de escribir a la India y a Barcelona (que esta la sede principal de la Fundación) para preguntar acerca de la viabilidad de nuestro proyecto.

Por mi parte ahora tocaba buscar fondos para intentar que el viaje les saliera algo más barato a los alumnos mediante alguna beca, para ello tenía tres posibilidades de menor a mayor: el departamento dentro del cual estoy Teoría e Historia de la Educación, tengo que decir que es como una gran familia, puesto que el proyecto ha sido siempre bien acogido y su directora Carmen Sanchidrian, me ha dijo: “Fernando nosotros podemos llegar a pagar como mucho los seguros médicos de los alumnos”, ¡estupendo!, algo era algo, y seguí llamando a puertas.. la siguiente, el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Educación, allí tras hablar con Antonio Ortíz y Isabel Borda, me dijeron que había posibilidades de dar becas de 100€ por alumno (buena noticia también, sin duda otro desahogo), aunque al final no se ha materializado y sigo esperando esa llamada.

Por último la Universidad, escribí al Vicerrectorado de Cultura y a varios sitios más y todos me remitieron al mismo sitio: Servicio de Relaciones internacionales y de Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Málaga.

Que suerte he tenido con las personas, nada más llamar me atendió Mamen, excelente persona, que me dio cita para un par de días vista y me vi acelerando el proyecto para aportárselo a ver con qué me podían ayudar. En la cita me reuní con Ana Narvaez y Lía Merteki, dos personas encantadoras que estaban deseando colaborar con la Fundación Vicente Ferrer, nuevamente se volvía a estrechar los lazos. Me comentaron que aunque no tenían partida presupuestaria para apoyar el proyecto que por qué no elaboraba un pequeño curso de 10 horas para el alumnado que va a ir a desarrollar el proyecto, que así irían con más seguridad y garantías, y que la formación si que la podían financiar. Evidentemente me comprometí a desarrollar el curso e impartirlo para conseguir el dinero para los visados de todos (algo es algo), si bien he tenido que ir adelantando, se que es un dinero bien empleado y que terminaré recuperando, espero..

Teniendo claro la financiación de los visados, me fui a Madrid expedir el de todos a la embajada de la India, y concretamente a la empresa ARKE (otro pasito más).

Pero no llegaban las becas, las fechas de viaje que barajábamos era entre julio y septiembre, y veíamos que lo más barato era a mediados de julio (claro justo con el monzón), pero según iban pasando los días iba subiendo por momentos... después de todo el trabajo sentí que la gente necesitaba un nuevo empujón de confianza, y compré el billete para animar a la gente a hacerlo, a pesar de eso, tardaron un par de días en ponerse de acuerdo y lo compraron, pero ya no pudimos volar en el mismo avión. Pero ya se convertía en una realidad… que nos vamos Fernando!! Me decían los chavales!!

Mario volvió a venir a dar una charla a la clase para intentar buscar nueves responsabilidades, por concienciar a la gente, pero creo que la gente ya estaba bastante concienciada y tenía todo muy claro, si bien el buen Mario volvió a avivar sus llamas…

Tras la clase, nos quedamos las personas del viaje e hicimos una propuesta de itinerario y ruta, al final no podíamos estar los 30 días las 17 personas, por lo que Mario nos propuso conocer otras Fundaciones y otras ONGs, y como dice Ana Ferrer.. ¿y por que no? Así que planeamos conocer la ONG de Madre Teresa (que también estuve tentado desde el principio a llamar) y una que me recomendó Mario la Sonrisa de Bombai. Aparentemente una locura, 8000km en 30 días, asesorados por Mario, nos dijo qué distancias era aconsejable hacerlas en avión con vuelos internos y cuales hacerlas en tren. El avión conseguimos al final hacerlo, pero con respecto al tren al final no pudimos y a día de hoy estamos sin tren, lo que he pensado es nada más aterrizar lanzarme a una agencia de viajes… menuda aventura..


Al poco tiempo después me llamó Sabina de la Fundación de Málaga C.F., y nos reunimos de nuevo Rafa, Mario, Sabina, Marimar y servidor, en las oficinas del Málaga, se mostraron tremendamente interesadas en el proyecto y se hablaron de muchas cosas, pero tanto los intereses de la Fundación Vicente Ferrer, como mío representando a la Universidad era: llevar ropa deportiva que implicase al Málaga en la campaña (a ellos les haría publicidad de ayuda a la cooperación y al desarrollo), el compromiso de ayudar a recaudar fondos para el futuro proyecto del geriátrico, partidos benéficos, donaciones de objetos de jugadores, etc.. y sobre todo la firma de un convenio marco de la Universidad para regular todo esto, que a día de hoy sigue faltando.


En este tiempo el grado de implicación de Mario, tuvo sus recompensa con los chavales que asistieron a la Diputación a la firma de un convenio para la subvención de una barriada de casas y pozos de agua para Anantapur, y mi apoyo que siempre lo ha tenido para una gala benéfica en el Ilustre Colegio de Médicos de Málaga (que van a donar también un porcentaje de sus bonos de una clínica a la Fundación).

Entre tanto, vacunas y correos a las ONGs que vamos a visitar, con respuesta positiva de ambas, por una lado de Sr. M Callisita MC de Madre Teresa y con Ana Andrés de Sonrisa de Bombai.

Mi gran esperanza, la entrevista con Ana Ferrer, o Sister como le llaman cariñosamente en Anantapur. Si le consigo trasmitir el entusiasmo y ve el proyecto viable, hay muchas probabilidades de que este proyecto se consolide entre los 3 organismos.

Como se despide siempre Sr. M. Callisita; “God bless you”

Fernando Chapado De la Calle
Coordinador - Responsable del Proyecto

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